La incorporación del Asistente de Google en su Nest Secure, evidencia la existencia de un micrófono en sus Nest Guard.
Los asistentes virtuales son unos dispositivos que pueden hacerte la vida más cómoda: te encuentran restaurantes del tipo que deseas, envían emails, te buscan contactos, te ponen la canción que deseas escuchar o te pronostican el tiempo.
Pero no todos los usuarios se sienten cómodos con la certeza de tener un micrófono en estado de alerta dispuesto a captar todas tus conversaciones, sean privadas o no.
Y si la evidencia de que dispones de un micrófono dentro del dispositivo puede llegar a incomodarnos, el desconocimiento de cargar con uno de ellos sin que lo hayamos autorizado, nos lleva a una inquietud más severa.
Por ello se han disparado las alarmas al enterarnos que un dispositivo de Google, el Nest Guard, nos trae de «regalo» un altavoz inteligente incorporado sin que nadie nos lo hubiera advertido.
Desde hace ya unos años los productos de Nest se enfocan en la seguridad del hogar: termostatos que ahorran energía, cámaras de seguridad, alarmas, detectores de humos, cerraduras sin llave… con un cerebro que alimenta el sistema, el Nest Guard.
Lo que el gigante Google no nos había contado es que «ese cerebro» albergaba un micrófono capaz de escucharnos y grabar nuestras conversaciones.
Esto ha sido de dominio público cuando la compañía anunció que estaban agregando a su sistema Nest Secure la función de asistente virtual, gracias al micrófono que lleva incorporado Nest Guard, dispositivo que lleva vendiendo desde hace más de año y medio.
A pesar de que Google insiste en que no era un secreto, la existencia de esos micrófonos no aparecían en los folletos donde muestran las características y especificaciones técnicas del producto.
Desde la corporación también se añade que el micrófono nunca ha estado encendido y que es el usuario el que debe de habilitar la opción para que se active.
Esta noticia llega en un momento donde los consumidores se muestran cada vez más desconfiados de las principales empresas de tecnología y su compromiso con la privacidad del consumidor.
Ver Claves del Reglamento General de Protección de Datos
El descubrimiento le hace a Google un flaco favor al recordarnos controversias anteriores, como el incidente de 2010 en el que la compañía tuvo que reconocer que su flota de automóviles de Street View «recogió» accidentalmente datos personales, incluidos correos electrónicos, que llegaron a su poder al ser transmitidos a través de redes WiFi no seguras.